El secreto de la definición – Grasas o carbohidratos
¿Hay algún secreto en la definición? Hoy veremos si es más útil bajar carbohidratos o grasas. O tal vez el problema no sea ese.
¿Qué ocurre cuando se realiza un ensayo de un año de duración en el que se enfrentan las dietas bajas en carbohidratos y las dietas bajas en grasas? Los medios de comunicación estallan, por supuesto.
El secreto de la definición – Grasas o carbohidratos
En el caso de un estudio reciente de las universidades Johns Hopkins y Tulane, que demostró que las dietas bajas en carbohidratos eran mejores en casi todas las mediciones posibles, el frenesí de los medios de comunicación fue casi palpable.
Pero, ¿demostró el estudio realmente lo que los titulares transmitían? Los titulares no suelen contar toda la historia, por lo que es importante ver lo que estos ensayos nos dicen realmente, y eso, a veces, implica horas de lectura e investigación. La mayoría de nosotros no tiene tiempo para hacerlo, pero por suerte hay expertos que pueden desglosar los hechos por nosotros. Y eso es exactamente lo que hemos hecho aquí.
Kamal Patel es el cofundador de Examine.com, una de las mayores fuentes de investigación sobre nutrición de Internet. Lleva más de 20 años escribiendo sobre nutrición, así que sabe más sobre el tema que los influencers de Instagram que dan su opinión sobre este estudio o que los periodistas que se empeñan en diseccionarlo.
Las dietas bajas en carbohidratos y grasas son algunos de los regímenes alimenticios más de moda. Esto es importante entender lo que es real y lo que no de ellas.
Echemos un vistazo a los aspectos más importantes y veamos cómo podrían aplicarse a tu dieta.
Los primeros tres meses fueron bien.
De entrada, un dato clave quedó fuera de los titulares. Mientras los artículos proclamaban a bombo y platillo «¡La dieta baja en carbohidratos es superior a la baja en grasas para la pérdida de peso!», la dieta real del estudio era sólo un poco baja en carbohidratos. De hecho, para muchos lectores de Muscle & Fitness, no parecería baja en carbohidratos en absoluto.
Los investigadores pusieron al grupo bajo en carbohidratos en una dieta de 40 o menos gramos de carbohidratos al día, muy baja en carbohidratos. Aunque los que consumían pocos carbohidratos lo intentaron en la universidad -cortando los carbohidratos en un 50% durante los tres primeros meses del estudio-, finalmente se estancaron y acabaron consumiendo una media de 112 gramos de carbohidratos al día. Mucho menos que las dietas típicas americanas, pero no es exactamente lo que pretendían los investigadores.
¿Qué hay del grupo bajo en grasas? ¿Cuál sería el secreto de la definición para ellos? Técnicamente cumplieron los objetivos de consumo de grasa del estudio, pero apenas. Con un 30% de las calorías diarias procedentes de la grasa, no estaban tan lejos del porcentaje de grasa de la dieta americana estándar.
¿Qué mostró realmente el estudio?
Las mayores diferencias en las dietas del estudio fueron las calorías y las proteínas. Ambos grupos acabaron comiendo muchas menos calorías que antes del estudio, pero el grupo bajo en carbohidratos comió muchas menos calorías que el grupo bajo en grasas y, como es lógico, perdió más peso. Esto es especialmente sorprendente dado que también acabaron comiendo bastante más proteínas, que sabemos que están asociadas a una mayor pérdida de peso.
¿Qué podemos extraer de este estudio?
En el mundo de la investigación, este estudio fue un gran acontecimiento porque tenía un par de cientos de participantes, incluyendo un número considerable de personas afroamericanas -que han estado subrepresentadas en estudios anteriores y tienen una tasa estadística más alta de obesidad- lo que lo hace más aplicable que los estudios anteriores.
Qué puedes hacer tú: Si quieres perder peso o aconsejar a otros, ten en cuenta algunas cosas. En primer lugar, no siempre es realista aspirar a una dieta realmente baja en carbohidratos como estilo de vida, así que prepárate para un aumento considerable de la ingesta diaria de carbohidratos. En segundo lugar, una dieta baja en carbohidratos sigue siendo una opción sensata para perder peso, y la preocupación por los daños cardiovasculares es probablemente exagerada: los que siguieron una dieta baja en carbohidratos en este ensayo tenían mejores marcadores de enfermedad cardíaca que el grupo bajo en grasas. Sin embargo, no lo tomes como una licencia para comer barras de mantequilla envueltas en tocino por capricho.
Algunas conclusiones menos conocidas.
Algunos datos adicionales de los que no se informó en los principales medios de comunicación son útiles. El estudio incluyó un reemplazo de comida diario para cada grupo, lo que probablemente ayudó a la tasa de retención extremadamente alta para un estudio tan largo, y también puede haber ayudado a ambos grupos a perder peso. Así que algún tipo de constante diaria puede ser una buena idea cuando se adopta una nueva dieta.
El secreto de la definición más importante de esa semana.
Lo más importante es que esa misma semana se publicó un estudio en el que se revisaban un montón de estrategias dietéticas diferentes y se descubrió que la mayoría de las dietas razonables funcionan si se pueden mantener. Así que no, una dieta baja en carbohidratos no es tan peligrosa como dicen algunos. Pero también, definitivamente no es la única manera de perder peso, y para muchos, no es la más sostenible.
La mayoría de las dietas razonables funcionan si se pueden mantener.
Y lo que el estudio más reciente ha demostrado realmente es que una dieta moderadamente baja en carbohidratos y más rica en proteínas es buena para perder peso en los primeros tres meses (pero esto puede variar mucho según la persona). La mayor lección: No confíes en los titulares para resumir los estudios por ti.
En futuros artículos explicaremos por qué siendo natural es más recomendable reducir grasas en vez de carbohidratos en algunos casos.
